EL PAULO COELHO

Al Paulo Coelho lo conocí en una sala de espera de un ente gubernamental. Entre las sillas blancas cercadas por cordones rojos me encontraba esa mañana. Me sentía tranquila en mi mundito interior que se activa ante semejantes situaciones. Algunas personas activan el mundo exterior y hablan con todos los desconocidos, preguntan cosas íntimas en las colas, hacen chistes y el tiempo se les pasa volando.

No era mi caso esa mañana. Sentadita con piernas cruzadas pensaba en los anillos de saturno, en la conquista del mundo en las finanzas, los business cuando de repente se escucha un «bramido» :

-» Yo te llamo luego, déjame cuadrar todo, sabes que soy muy ocupado!». El Paulo Coelho entró haciendo gala de varios teléfonos ajustados a su cintura y su manos libres. Siempre he pensado que la tecnología le luce a algunas personas y a otras no…

No paraba de hablar aunque tampoco de observar a todas las personas que sentadas sintieron un extraño magnetismo y afinaron sus oídos escuchando cada palabra que lanzaba, cada gesto que articulaba.
Le dí un vistazo y seguí pensando en saturno pero no por mucho tiempo, pues logré escuchar :

-«Esa señorita ya se nota que salió brava de su casa», los borregos miraron a la señorita, oh sorpresa!
Sentí pares de ojos examinando y buscando «razones ocultas» de mi «molestia»

Lo miré. Con los ojos algo torcidos, con mi rimmel a prueba de agua y mi «seriedad de cola en un ente gubernamental».

-«¿Están viendo?, como alguien puede ir así por la vida? Sin sonreir!, qué triste que ALGUIEN no regale su sonrisa a los demás»

La cola avanzaba y los borregos comentaban : «es verdad , es verdad»

Quedé de primera con mi sobre manila, recordé todos mis posts acerca de sonrisas que no me servían de nada ante esta conferencia improvisada y antes de salir le dije :

«No regalo sonrisas a desconocidos, ni temprano …ni tarde»

Y me alejé caminando, esperando que alguien lanzara una primera piedra…me alejé rápidamente y ocultando precisamente la mejor de mis sonrisas que fue a parar en el chichero quién me dijo :
«Buenos días» y le respondí muy alegre del efecto boomerang que acababa de experimentar 😉

(nota: respeto al interesante autor brasileño en cuestión…)

7 comentarios en “EL PAULO COELHO

  1. jajajaja… estuvo buenísimo ese encuentro. Además que siempre es un placer compartir con gente de tan buena vibra como los que estaban ese día. ¡Que se repita!!! 😀
    Un abrazo!

    (en mi Flickr también hay fotos, toma la que te guste… cuando las termine de subir, claro) :p

  2. aayyy q’ chevere q’ se reunieron por Barquisimeto. Ya yo vi algunas fotos y la verdad q’ me gustó mucho el grupito reunido…transmitian buena vibra de verdad!!! Y pos claro, no pude dejar de expresar mi fanatismo por Marlon el Polaco…¡QUE BELLO! jijijijijiji

    Bye bye 😉

  3. Gracias al concurso bloguero actualicé este enlace, no se porque el anterior me daba error.

    Es grato ver que se reuna la gente y la pases muy bien con buena vibra y sana diversión.

    Mis mejores deseos.

    Nelson

  4. …conchale, y yo estuve casi que por esas fechas, ida por vuelta en El Tocuyo, almorce en Barquisimeto y me regrese a Caracas para calarme una cola de casi cuatro horas entre Valencia y Caracas. La proxima vez que vaya aviso 😛

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