UN CENTRO DE VERDADERAS COMUNICACIONES

Todo empezó con el nescafé diario. Aunque había máquina en varios de los locales, yo opté por este centro de comunicaciones situado en el mismo nivel de mi lugar de trabajo.

Giovanni es el chico-pulpo encargado de las cabinas. Con un «hola preciosa» comienzan nuestros buenos días. Apenas nos damos el besito, salta Libia, la chica de la taquilla externa, de esas mujeres con voz fuerte y humor ácido que esconde dulzura : «Mijo!¿ te la vas a comer?, recoge la baba que quedó en el mostrador» jajaja, la saludo también y le pido saldo de mis números mientras alabo su corte de cabello.

Mientras el vaso se va llenando de esos ingredientes mágicos diviso a Rubén, el pichón de ingeniero que se divierte con los virus y el spam del área cyber, me dice : «hola colega» y es raro que no esté sonriendo, siempre le hago ojitos (pa’ que le digo que no, si sí), siento que se los merece por la buena vibra que transmite…

Mientras veo la gente entrar y salir de las cabinas, reparo en lo vital que es la comunicación, se puede ver todo tipo de personaje, todos ávidos por la entrega de un número que les dará «privacidad» en la taquilla (de delgadas paredes debo acotar) .

Las revistas parecen llamarme : «Cómprame, cómprame», todas juntas parecen estar apretadas junto al inoportuno aviso de : «Prohibido «OJEAR» las revistas»(Es decir no se pueden ver con el ojo pero sí se pueden hojear jajaja).

Me entregan el preciado mokaccino sin azúcar y con removedor, le doy gracias a Rubén y le deseo menos virus para el día de hoy, nuestras sonrisas se amplían y se convierten en carcajadas cuando Libia truena desde el fondo de su taquilla : «Mija!!, mira como está Giovanni aqui rojito esperando que te despidas y no vuelvas a traer esa falda sin avisarle antes para que se prepare, él te quiere invitar al cine pero le da pena».

Giovanni cual tomate enmudece y yo le doy un abracito : «Tremenda cupido nos gastamos «, le digo dulcemente. Me despido de todos mis vecinos con un «Pórtense bien!Mañana regreso, chao Giovanni mi amorrrrrrrr!!».

Algunas veces de la risa en vez de «Empuje» le doy «Hale» y las risas se triplican, saco la lengua con gesto travieso y me voy feliz lanzándole besos a ese staff maravilloso de locos, mientras dándole probaditas al mokaccino pienso : En este caso, CANTV sí une a la gente 😉